Angela Merkel ha instado a los países a trabajar juntos en la lucha contra las amenazas sanitarias mundiales, advirtiendo que las enfermedades y las epidemias son riesgos de seguridad que no respetan las fronteras nacionales.
Al dirigirse a los expertos internacionales en salud en Berlín, el canciller alemán reconoció que la cooperación mundial estaba bajo presión, pero dijo que las naciones no pueden ignorar los desafíos de la salud. “Todos conocemos las consecuencias devastadoras, en particular de las enfermedades transmisibles, sobre todo en los individuos, pero también en las economías”, dijo Merkel.
Un esfuerzo por la salud mundial
“Las enfermedades y las epidemias no se detienen en las fronteras, no sólo ponen a prueba los sistemas sanitarios individuales, sino que también pueden poner en peligro la seguridad y el desarrollo de regiones enteras”, declaró el martes en una reunión conjunta celebrada por la Cumbre Mundial de la Salud y Grand Challenges, una iniciativa de investigación sanitaria. “Es absolutamente claro que los problemas globales requieren respuestas globales, tanto de los países más ricos como de los menos prósperos”.
La crisis del Ébola de 2014 en África occidental fue una llamada de atención, dijo Merkel, y añadió que ni los sistemas nacionales ni los internacionales estaban preparados para hacer frente a la propagación de la enfermedad.
Su discurso se produjo en medio de las advertencias de que la comunidad internacional está mal equipada para hacer frente a futuras epidemias y es poco probable que pueda cumplir el plazo de 2030 para los objetivos de salud establecidos en los objetivos de desarrollo sostenible.
Aunque los organismos han respondido más rápidamente al brote más reciente del Ébola en la República Democrática del Congo, la comunidad sanitaria no podrá hacer frente a enfermedades que se propagan con mayor rapidez, dijo Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud.