Japón es un país que suele provocar una fascinación muy especial en Occidente. De hecho, si el imperialismo cultural norteamericano ha campado a sus anchas durante todo el siglo XX, llevando la forma de vida estadounidense al resto del mundo, en nuestros días Japón también está haciendo lo propio con su cultura. A través de los mangas y animes, de la comida o de la propia filosofía, cada vez son más los amantes de la cultura nipona en Europa y América. Y de la misma forma que han hecho los norteamericanos, los japoneses también muestran sus costumbres y tradiciones en películas, cómics y series de televisión. Así, uno puede llegar a conocer sobre el sintoísmo, su sistema principal de creencias animistas, o sobre la forma en la que se relacionan los chicos jóvenes. El país cuenta con una sociedad bastante cerrada en el terreno sexual, al menos de cara a la galería, ya que luego los fetiches son tremendamente habituales.
Lo podemos comprobar en numerosos mangas y animes, y no es un reflejo exagerado de la sociedad, ni mucho menos. Muchos expertos coinciden en afirmar que, en realidad, la sociedad nipona tiene tal tabú con el sexo que la cultura sirve como válvula de escape. Las escenas pornográficas censuran los genitales, pixelándolos, pero las historias eróticas japonesas tienen componentes obsesivos y muy fetichistas. El gusto de muchos hombres mayores por jovencitas se lleva a un nuevo nivel en la cultura nipona, con las Gravure y las AV Idols, chicas todavía menores que posan de forma sugerente para revistas. La fina línea entre la ternura y lo grotesco se diluye en muchos productos culturales, pero también en el día a día de las grandes ciudades. De ahí que, a ojos de un extranjero, algunas prácticas japonesas supongan, cuanto menos, un motivo de extrañeza y a veces incluso de desagrado. En el caso de el Enjo Kosai, la práctica de citas asistidas con chicas jóvenes, las opiniones son de todo tipo. Es una experiencia indudablemente morbosa para muchos, pero que roza lo ilegal en el país nipón. Aquí te vamos a hablar a fondo de ella.
Qué es el Enjo Kosai
Se conoce como Enjo Kosai a la práctica de citarse un hombre mayor con una mujer más joven, incluso a veces menor de edad, para disfrutar de un rato de buena compañía. La expresión japonesa significa literalmente “cita asistida” o “cita de compensación”. En ellas, el hombre mayor paga un dinero concreto a la chica para que le haga compañía durante una tarde, yendo de tiendas, a tomar algo, a pasear… Las citas pueden terminar o no en sexo, aunque no es lo más común en realidad. Los hombres pagan por la compañía de la joven, y también suelen hacerles regalos caros durante el tiempo que están juntos. El precio a convenir suele superar los 100 dólares por cada encuentro, que puede durar entre dos y cinco horas, o a veces más.
El tipo de citas
Dentro del Enjo Kosai encontramos diferentes tipos de citas, que dependerán de las intenciones del cliente y también de las de la chica. Hay hombres que solo buscan un rato de compañía, algo que en Japón es habitual por el ritmo de vida que llevan y el tipo de sociedad que les hace estar bastante aislados. La práctica no tiene ninguna connotación sexual en realidad, y simplemente se basa en poder pasar tiempo juntos, una tarde agradable, una cena… Sin embargo, hay otras ocasiones en las que los hombres buscan a chicas muy jóvenes, todavía en edad de ir al instituto. Estas son las que más clientes suelen tener, y de hecho, acuden a sus citas vestidas con el uniforme que llevan a la escuela, algo que suele poner muy cachondos a sus clientes.
Aun así, las citas suelen desarrollarse siempre en lugares públicos y sin una intención sexual clara. Al menos hasta que se llega a un punto en el que el hombre le propone, de manera respetuosa a la chica, el acudir a un “hotel del amor”. Estos establecimientos suelen ser muy populares en las grandes ciudades, ya que alquilan habitaciones solo por horas, para encuentros sexuales. Si la chica acepta, la pareja acudirá a uno de estos hoteles y tendrá lugar el encuentro, que obviamente, se compensa parte. El hombre se encarga de pagarlo absolutamente todo en estas citas, desde la habitación hasta la cena o las copas, además de entregarle un pago previo a la chica solo por la compañía. ¿Estamos hablando de prostitución encubierta?
Una práctica ilegal en Japón
La prostitución es ilegal en Japón desde hace un siglo, y hay leyes muy duras que se centran en perseguirla y eliminarla desde mediados del siglo pasado, cuando el país comenzó su modernización. Sin embargo, como en cualquier otro país del mundo, Japón también tiene prostitutas, solo que se camuflan entre masajistas, camareras o, en este caso, simples chicas comunes y corrientes. La práctica del Enjo Kosai no está explícitamente prohibida en Japón salvo cuando el hombre termina pagando exclusivamente por tener un encuentro sexual completo con la chica. Al ser la cita mucho más amplia y no tener un contenido sexual desde su origen, es muy difícil concretar que el encuentro solo haya sido con esa intención.
De hecho, una de cada diez adolescentes japonesas asegura haber participado en esta práctica al menos una vez. Lo hacen, en su mayoría, por disfrutar de experiencias nuevas, y sobre todo, para ganar dinero extra con el que comprarse ropa y accesorios de grandes marcas. Conocedoras del fetiche que los hombres nipones tienen con los uniformes y las chicas jóvenes, las adolescentes no sienten reparos al aprovechar esta circunstancia. No todas llegan al punto del encuentro sexual, desde luego, porque además muchas incluso son menores. Sin embargo, a veces tampoco lo necesitan porque ya ganan lo suficiente solo haciendo compañía a los clientes. Es una práctica que suelen llevar a cabo a través de chats virtuales para conocer a hombres interesados en su compañía, y casi nunca aceptan a un extranjero para llevarla a cabo.
La censura sexual en el país nipón
Visto desde fuera, se hace curioso pensar que Japón es uno de los países con mayor censura sexual que podemos encontrar dentro del mundo “libre”. Las imágenes explícitas están censuradas, y las relaciones sieguen siendo, en muchos casos, un tabú para hablar en público. Sin embargo, el anime y el manga muestran situaciones eróticas prohibidas en muchas ocasiones, desde incestos hasta relaciones con menores. Todo de forma sutil e implícita, por supuesto, pero muy latente. El género hentai propone imágenes directamente eróticas para dibujos animados, y se ha convertido en todo un éxito no solo en Japón, sino en el resto del mundo. Esa doble moral, esa hipocresía con respecto a la sexualidad, se hace patente en Japón más que en ningún otro país del mundo, y suele dar como resultado prácticas como las citas asistidas.