Uno de los episodios más conocidos y lamentables de la historia de Argentina fue el llamado “corralito”. Hoy en día, cuando pensamos en Argentina nos vienen a la cabeza las cams porno de las morochas, pero aquello tuvo un verdadero impacto en la sociedad.
La situación de la economía española, la reforma del sistema financiero y algunas previsiones pesimistas han vuelto a hacer correr el término ‘corralito’, que designó aquella experiencia argentina de diciembre de 2001, lejos del boom del porno argentino que vivimos en nuestros días. Lo evocamos a continuación, punto por punto.
Primero el ‘corralito’, después el ‘corralón’
El ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo, anunció el día 1 de diciembre de 2001, que no se podían sacar más de 250 dólares la semana de la cuenta bancaria. Esta disposición se denominó ‘corralito’, por los corrales donde se cierra el ganado porque no pueda salir. Al cabo de pocos días, además, vino ‘el corralón’, la congelación definitiva de los depósitos bancarios, la devaluación del peso argentino y la suspensión de pagos del estado.
Un endeudamiento hasta las nubes y el escape de capitales
La desconfianza que inspiraban las entidades financieras había hecho que, entre enero y el noviembre del 2001, se retiraran 18.000 millones de dólares, una suma muy elevada para la economía argentina. En gran parte eran capitales que los argentinos más informados sacaron del país, previendo que el gran endeudamiento público, más de 130.000 millones de dólares, traería la devaluación de la moneda. Desde el 1991, la paridad era de un peso, un dólar.
El FMI consideró insuficientes los recortes
El país se encontraba en recesión desde el 1998, con índices muy altos de desocupación, pobreza y, sobre todo, endeudamiento. Lo malo llegó cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) se negó a inyectar, como se había previsto, casi 40.000 millones de dólares al estado. Alegó que no había suficiente con los recortes programados por el gobierno argentino para llegar al déficit público cero. Entre estos recortes se encontraba rebajar el 13% el sueldo de funcionarios y jubilados.
Cómo se podría haber evitado el ‘corralito’
El gobierno argentino quizás habría podido evitar el ‘corralito’ si, mucho antes, hubiera suspendido la paridad entre el peso argentino y el dólar norteamericano y hubiera hecho emisiones suplementarias de moneda; es decir, si, progresivamente, hubiera devaluado el peso y hubiera reestructurado la deuda pública.
Cinco presidentes en dos semanas
Aquel mes de diciembre del 2001 el caos fue total. El ‘corralito’ tuvo por consecuencias la carencia de dinero, protestas y pillajes. El gobierno de Fernando de la Rúa, presidente desde el 1999, cayó. Argentina vivió un periodo político especialmente agitado, con cinco presidentes en dos semanas. La desocupación llegó al 24 %, y el porcentaje de pobres al 66 %. A principios del 2002 el gobierno de Eduardo Duhalde impuso el ‘corralón’: unos dieciocho millones de argentinos vieron como en pocos días sus ahorros, casi 50.000 millones de dólares, se congelaban definitivamente. Algunos bancos, de hecho, no devolvieron nunca los depósitos. La moneda se devaluó (el cambio pasó a ser oficialmente de 1,4 pesos argentinos por un dólar) y el estado declaró la suspensión de pagos más grande de toda la historia. El ‘corralón’ no se suspendió hasta principios de abril del 2003, que es cuando los argentinos pudieron retirar una parte sus ahorros devaluados.